jueves, 27 de diciembre de 2012

AMAZON ADVENTURE IV - AVENTURA AMAZÓNICA IV



COCA (Ecuador) - NUEVO ROCAFUERTE (Ecuador)

NUEVO ROCAFUERTE (Ecuador) - PANTOJA (Perú)

PANTOJA (Perú) - IQUITOS (Perú)


El barco que cogimos estaba cerrado, contaba con unas cuantas ventanas en los laterales y tenía "cómodos" asientos. La verdad es que echábamos de menos nuestra canoa, donde teníamos a nuestra disposición, solamente para nuestros ojos, la selva entera, donde respirar era un placer (está claro que más oxígeno que allí no íbamos a tener en ningún lado), y donde el viento amazónico nos refrescaba la cara… Si esa mañana hubiéramos tenido la oportunidad, nos habríamos bajado inmediatamente de ese barco y, aunque fuéramos a tardar el doble, habríamos vuelto a nuestra balsa. Había costado llegar hasta allí, pero el viaje había valido la pena. Salimos de Santa Clotilde y nos llevaron hasta otra población y de allí cogimos otro pequeño barco. Por fin, al cabo de unas cuantas horas, el gran puerto de Iquitos apareció ante nosotros. 

The next day we woke up early to catch our next "jungle boat" of the day. In fact, it was a newish double propelled speed boat with "comfortable seats" and life jackets. The works.

To be honest we wanted to be back in our routinely canoe, that we had once called our home for a few days, where we could admire the tranquil jungle scenario and breath the cleanest air in the world (they don't call the Amazon "the world's lung" for nothing). But we knew that our canoe was long gone and on it´s way to Ecuador, so all we could do was sit in our new seats and wait to get to our next destination. The actual boat ride was very fast, too fast to be honest. We had gotten used to navigating in our slow canoe, drifting  down the Napo river with the breeze whistling through our hair. This time we were rushing through the Napo river and in about 4 hours we had made it to the next town. On arrival we took a mototaxi to take us to another dock. This time the river was different, it was wider and had more dead trees floating in the water. We had made it to one of the most important rivers in the world, we had finally made it to the famous Amazon river.

Here we had to take another speed boat (again) to take us to our final destination. So with a few quick naps and a final view at the virgin jungle, we were in Iquitos a few hours later. The peer of the city appeared out of nowhere. To be honest the image was a bit horrid, loads of cargo boats, dark, petrol fumed water and in the back drop, the skyline of a small city situated in the heart of the Amazon jungle.





No vamos a mentir, la imagen no fue idílica ni muchísimo menos. Era un puerto grande, gris y feo a más no poder, pero vaya, los puertos en general no suelen ser especialmente agradables. Entre barcos que zarpaban, pasajeros que iban y venían de un lado y de otro, trabajadores transportando carga aquí y allá, nos hicimos hueco entre la multitud y nos dispusimos a buscar un sitio donde alojarnos durante un par de días. El viaje había sido largo y estábamos deseando darnos una buena ducha con agua caliente, ponernos ropa limpia y sobre todo, ¡COMER! Que aguantáramos con unos cuantos noodles, galletas y manís (así se les llama a los cacahuetes en Perú) significa que somos unos chicos muy sacrificados, no que no tuviéramos hambre.

Pasamos unos tres días en Iquitos. La ciudad era caótica a más no poder. El ruido del motor de los mototaxis inundaba las calles, prisas por todos lados… El segundo día fuimos a conocer el mercado de la ciudad. Interesantísimo, aunque nuestras caras debían de ser un poema. Vendían de todo, gusanos vivos, carne de tortuga (lo cual, en principio, es ilegal), huevos de tortuga (lo cual, en principio, es más ilegal todavía. Eso sí, según los locales de allá, son una delicia), calaveras de cocodrilo, cabezas de cocodrilo disecadas, carne de una especie de marsupial (disculpen nuestra ignorancia) que solo existe en esta parte del Amazonas… ¡había de todo!

As soon as we touched land we were in shock. Mototaxis (no cars) swarming through the streets, noise, pollution, trash, people. The image of a "tranquil isolated jungle city" was completely destroyed. However the best thing about being in a city is that there is everything a "gringo" can need. (To bad about it's isolation, because everything is just that little bit more expensive). At this point, the first two important things we needed was a simple shower (at this point who cares if its warm or cold water anyway) and food, after 400g of peanuts, noodles and cookies. Just imagine.

We rested and ate to our stomach's content and got to know our surroundings. Belen Market was the best experience out of all of them. To see all the different types of meats (turtle, rodent, larva apart from your classic veal and chicken) fruits, dried crocodile heads and skull, natural jungle cures and and medical liquor and root shots. A classic chaotic market that seems to have not changed in the past 50 years. A must see if anyone decides to travel to Iquitos.







Y pasados esos tres días llegó el momento de continuar el viaje, aunque costaba despedirse de nuestros camaradas después de haber vivido tal aventura juntos. Como ya hemos dicho en más de una ocasión, Iquitos está totalmente aislado, así que la única forma que había de salir de allí era avión o barco. La mayoría de las personas que llegan hasta aquí se plantean hacer un ida y vuelta en barco desde Yurimaguas, aunque luego entendimos porque todos acaban cambiando sus planes y deciden volver en avión. Nosotros elegimos el barco. Llamadnos cabezotas, pero si habíamos hecho tal esfuerzo por llegar hasta allí por río, nos iríamos también de la misma forma.

And like all things that come to an end, we took our last mototaxi to the docks and on to our first passenger/cargo boat which would take us to Yurimaguas. Farewell Iquitos! We understand that because of Iquitos's isolation, many people come here by boat as an experience, but leave by plain knowing that 2 -3 days on a huge cargo boat can be too much time consuming, or too much just on it's own. But if we came her by boat, we couldn't just leave by plane, one way or another we had to sample all types of fluvial transport.





El viaje en barco fue de 3 noches y 2 días y medio. Se trataba de una barco carguero que aceptaba pasajeros. Tenía algunos camarotes muy pequeños y básicos, pero nosotros dormiríamos en cubierta, en las hamacas que habíamos comprado en Otavalo. Los baños y duchas funcionaban con agua del río, y no sabemos si la comida también la preparaban con esa agua… Lo cierto es que la guía que llevábamos decía que la comida del barco podía ser dudosa, pero para nosotros no tenía mala pinta, así que pensamos "qué exagerados". Pagamos las consecuencias durante varias semanas. 

Our big "love boat" was a huge cargo ship with 3 floors. One for cargo and two for passengers. Most of the people slept on hammocks or on the actual floor, there were also cabins for two people available as well. And off we went for three nights, down river, sleeping in our hammocks from Otavalospotting river dolphins and eating boat food which left us a 3 week bacteria as a consequence. The thing about the boat ride is that you're stuck with the same people for three days like it or not, so some friendships do occur. We met a group of young peruvians who were very shocked with Miguel's dreadlocks. Two of them even wanted to get dreadlocks too, so, at one point we managed to change Miguel's skills of creating dreds, for free drinks from the boat's bar.  Officially we can say there's another barter in town!






Como os podréis imaginar, tantos días y tantas horas muertas se hacen muuuuy pesadas, pero teníamos la ventaja del idioma, así que enseguida hicimos un pequeño grupo (recordamos, "parche" en colombiano) con el que jugábamos a las cartas, hablábamos y… matábamos las horas, además de tener la satisfacción, de tanto en tanto, de cruzarnos con un gran número de juguetones delfines. La gente del barco alucinaba con las rastas de Miguel, y dos de las chicas que conocimos le pidieron que les hiciera algunas. Ellas querían pagarlas, pero Out The Studio no cobra, truequea, así que se las intercambiamos por unas cuantas bebidas. ¡Otro trueque conseguido! 

During the beauty salon moment, we managed to play around with Juancho their baby ocelot. The owners told us that they bought him of someone who had found the cubs on their own. Either without their mother presence or abandoned due to some dramatic incident. One way or another we didn't like the idea, but still adored the cub. A beautiful creature if we do say so ourselves.




Otro entretenimiento que teníamos (y que tenía todo el barco) era el tigrillo de uno de los chicos que viajaba con nosotros. La primera vez que lo vimos… no podíamos creerlo, ¡era precioso! Le preguntamos cómo y dónde lo había conseguido, y nos contó que se lo había comprado a una mujer que vivía en el Amazonas. Por lo visto, su marido se había topado con dos cachorros recién nacidos y aprovechó que no estaba la madre para llevárselos y venderlos. Esto debe de hacerse bastante por aquí, aunque la verdad es que muy ético no nos pareció. Estos animales pasan de la vida salvaje que en principio les corresponde, a la vida doméstica. Y como no, todo el mundo quería jugar con el tigrillo, perdón, con Juancho (por supuesto que tenía nombre). Los niños le cogían dándole unos meneos que ni os imagináis, nosotros también le cogíamos (tenemos que reconocerlo), los dueños de unos 18 años de edad no tenían ni idea de cómo cuidarlo… así que por supuesto, Juancho enfermó, y Julia que intentaba no ducharse con aquella agua de río, no tuvo más remedio que hacerlo cuando el adorable tigrillo (perdón por la expresión) se le cagó encima.

Another funny incident involving little Juancho, was that after getting constantly stroked, cuddled and carried around, by the whole boat he eventually got sick. The funny part was who was holding the furball when he had had just enough. It was poor Julia who at one point found her pants covered in Tiger diarrhea, forcing her to take a shower, were the water itself was pumped from river all the way up to the little dark shower of the boat.






Por fin llegamos a Yurimaguas. Fue un alivio terminar ese viaje aunque, tan pronto nos montamos en la primera furgoneta para ir a Tarapoto, comenzamos a echar de menos el río y su selva.

Three days of ocelot, dreading hair and simply admiring the view from the rooftop of the ship with a good Inka Cola and a game of cards and our jungle experience was nearly at it's end. We reached our destination Yurimaguas to catch another "Combi" to Tarapoto, the town of the shaman. A god place to stop and recover form the bacterias and rough nights.





4 comentarios:

  1. gracias Crisitna, ha sido una experiencia única que recordaremos el resto de nuestras vidas. Recomendamos que la gente intente hacer esta pequeña ruta si tienen tiempo. Gracias por leernos :D

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  2. que bonitos atardeceres, me encanta vuestro blog es como si viajara con vosotros,
    ah y cuidado con la tripita que estais muy flaquitos.

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  3. Gracias RONCHI1970,
    Nos encanta saber que hay gente que "viaja con nosotros". No te podemos negar que en la selva los atardeceres en general eran increíbles. Nos parecían cuadros de Turner en muchas ocasiones.

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