jueves, 25 de abril de 2013

DESORIENTADOS Y DESHIDRATADOS EN EL DESIERTO DE ATACAMA - DISORIENTATED AND DEHYDRATED IN THE ATACAMA DESERT


Una vez ya en Chile, dejando atrás nuestra salida apoteósica de Bolivia, nos quedamos alucinados con San Pedro de Atacama. Un sitio que recuerda mucho a un pueblo sacado de un western, pero sin caballos, ni salón, ni balas perdidas. El mayor contraste que tiene San Pedro, especialmente si vienes bajando por Bolivia, son los precios. Siendo uno de los sitios más turísticos de Chile, los precios suben en temporada alta de manera escandalosa, hasta un punto que casi parece la Costa Azul. Acostumbrados a dormir de 4 a 6€ la noche, no nos quedó más remedio que pagar un total de 16$ por persona para dormir en un dormitorio colectivo de 10 personas (adiós al presupuesto). 


Once in Chile, leaving behind our oscar winning exit from Bolivia, we were left flabbergasted with San Pedro de Atacama. The town reminded us of your typical western town, but without any horses, salons and stray bullets. The biggest contrast with San Pedro, especially if you've been traveling through Bolivia, are the prices. Being one of the most touristic places in Chile, in high season, the prices can remind you of the Cote d'Azure. A total budget muncher. Being used to sleeping in private rome for 4 - 6 euros per night, we had no alternative to sleeping in a dorm from worth 16$ per bed. Goodbye budget.

martes, 16 de abril de 2013

SOBORNO EN BOLIVIA - BRIBING THE COPS IN BOLIVIA



Nos despertamos a las 5 de la mañana para ver amanecer. Era nuestro último día en Bolivia. Vimos geisers, nos bañamos en termas, y seguimos recorriendo el desierto. Ese día teníamos previsto cruzar la frontera, decir adiós a Bolivia y saludar a Chile por primera vez. Nos habían comentado que la frontera chilena era un coñazo, la más estricta de todas, y más te valía que el policía hubiera echado un buen polvo el día anterior, porque sino te podías tirar ahí unas cuantas horas…

We woke up at 5 in the morning to see the sunrise. It was our last moments in Bolivia. We managed to see erupting geysers, bathed in natural hot springs at 4000 m above sea level and continued our path through the Dali desert, towards the boarder with Chile, which we intended to cross. We had heard that this boarder crossing was the strictest in all of South America. It's one of those boarder crossing where you hope the immigration officials got laid the night before, insuring you a smooth and some what quick boarder crossing. 


Pero no fue así, los problemas los encontramos una vez más en Bolivia. El arresto no era suficiente, los policías necesitaban despedirse de nosotros a su manera…

Bur our problems didn't start in Chile, but on the edge of it's boarder, still in Bolivia. It seemed as if the arrest in La Paz wasn't enough and the bolivian authorities wanted to say good bye in their own special way…

lunes, 1 de abril de 2013

LA ÚLTIMA AVENTURA EN BOLIVIA - THE LAST ADVENTURE IN BOLIVIA


… Y un día llegamos a Uyuni. A corta distancia de Potosí se encuentra lo que probablemente es el pueblo más turístico de Bolivia, aunque siempre hay una buena razón para serlo. Para mucha gente aquí se encuentra uno de los sitios más mágicos de todo el planeta, el famosísimo Salar de Uyuni. Llevábamos más de 6 meses escuchando cosas sobre este lugar y todas ellas increíbles. Por eso, nuestra llegada no fue de las mejores. Hacía mal tiempo, frío y llovía casi constantemente, y sabíamos que para ver el espejismo que caracteriza al Salar en época de lluvias, necesitábamos sol.

… And one day we made it to Uyuni. A few hours bus ride from Potosí you can find what is known to be as one of the most touristic villages in Bolivia. You can say that there's always a good reason for that. For a lot of people, Uyuni is surrounded by some of the most magical landscapes on our planet, the Salar de Uyuni. In the last six moths, we had been hearing  amazing things about this place. Something that contradicted our slightly depressing arrival to the town of Uyuni. It was cold and constantly raining, and we knew we needed a bit of sun light to be able to appreciate the "divine" reflections that characterize the salt flats in the wet season.