Quedarse en el Hotel Esmeralda con el trabajo terminado y sin trueque, no era una posibilidad. Decidimos irnos al Hostal Anturios, el lugar que nos alojó cuando llegamos y buscábamos trabajo.
… We had just finished working for Hotel Esmeralda one day before new years eve. Martha had told us that traveling on these dates wasn't the best idea due to the possibility of finding yourself face to face with a drunk driver, increasing your possibilities of suffering a car accident. The best option was hostel Anturios near the main square in Coroico. It's safe, relaxed and we know Miguel, the owner.
Miguel, el encargado, llevaba poco tiempo con el negocio. Había ido realizando muchas mejoras y tenía muchas ideas en mente, pero desafortunadamente la casa no era suya. Nos dijo que, si por el fuera, ya estaríamos trabajando allí, pero no sabía con seguridad si su negocio seguiría adelante. Tenía que hablar con los propietarios sobre temas de alquiler y, algo angustiado, nos contaba que su gran sueño de tener un hostal podía caer en picado.
We had met Miguel before in Coroico. He had seemed to be very interested in our project. To a matter a fact we got along very quickly as we had things in common. He was a traveler himself, and like us, was building his own dream too. In his case it was the hostel itself. Unfortunately at the time, he was waiting for important news which determined the hostel's future. This meant that a full project couldn't be done as he didn't want us to work in vain.
Miguel, viajero y soñador. Amante de las culturas del Titikaka. Enamorado de la Pacha Mama. Fanático del fútbol. Buen conocedor de América Latina y gran cocinero. Por fin supimos en qué podíamos ayudarle. Miguel se había ocupado de renovar la señalética del hotel, pero se había olvidado de los llaveros de las habitaciones. Eran viejos, de una blanco amarillento por el tiempo, con el número de la habitación escrito en un papel reciclado. Así que le diseñamos 8 nuevos números para poner dentro de los llaveros. A cambio, conseguimos alojamientos gratis (lo cuál fue un gran trueque, ya que en esas fechas los precios se duplican), y nos regaló la experiencia de disfrutar de un fin de año muy boliviano. Nos invitó a una increíble cena con chancho como plato principal (típico en Bolivia en esa noche), tuvo el detalle de prepararnos nuestras 12 preciadas uvas, bebimos vino y Fernet para rematar la noche, y a la mañana siguiente comimos un Fricasé (el "mataresacas" boliviano). Coroico se llenó de gente, sobre todo de la Paz (paceños) y todos bebían y bebían, sin parar, desde la mañana del 31 hasta la noche del 1. Incluso las cholitas, tan comedidas en otros momentos del día se soltaron la melena y celebraron como locas la llegada del 2013.
But we though that we could do a simple action for a simple trade. We had been told the hostel had been reformed recently. By seeing the old original sign, you could tell that this place had changed for better. One detail Miguel was missing was the key chains for the rooms of the hostel. They were still the old, bland keychains you tend to use with a spare key. So to help him out, we created eight custom design keychains that he could use to give to his guests. It was a small detail, but what we got in return was unforgettable. Free accommodation and a great new years eve dinner & a great get together. Thanks to Miguel in Hostal Anturios, we experienced an original Bolivian new years eve. A great meal, with its climax moment with the morning Fricase (the amazing hangover killer in Bolivia), drinks music and a "peaceful" attitude, compared to all the people outside of the hostel going crazy for 2 consecutive days drinking till their livers content!
All in all, a memorable experience if we do say so ourselves.
All in all, a memorable experience if we do say so ourselves.
Que buena cena.y buena entrada de 2013,bastante mejor que la Puerta del Sol
ResponderEliminarPues al final el pueblo se convirtió en una mini plaza del sol, Pasquino. El segundo día de estar "tomando", las escenas llegaban a ser un tanto dantescas. Por suerte nunca hubo ese mogollón de personas que suele haber en la plaza del sol.
ResponderEliminar