jueves, 27 de septiembre de 2012

CONVIRTIENDONOS EN YAMBOLOMBIANOS

UNA WEB A CAMBIO DE UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE EN EL PARAÍSO DE LA ZONA CAFETERA



En Colombia ha sido muy difícil encontrar trabajo, seguramente por lo desarrollado que está y por el gran mercado para el diseño que ya tiene. Solo hay que ver la zona de Usaquen, en Bogotá, donde muchos bares y restaurantes dejarían boquiabiertos a diseñadores gráficos y arquitectos de interiores de todo el mundo. En general, nos hemos dado cuenta que todos los locales y negocios por pequeños o grandes que sean ya tienen un diseño, concepto, o imagen creada, eso sí, siempre varía en cuanto a calidad y recursos, pero la verdad es que suelen estar contentos con lo que tienen. También hay que añadir que, por estas razones, la gente está más interesada en que te dejes el dinero en su negocio, antes que dar un cuarto o comida gratis a unos gringos que quieren "mejorar o actualizar" lo que para ellos ha sido un gran gasto y esfuerzo. 


Durante nuestra estancia en Colombia, a muchos les ha parecido muy interesante nuestro pequeño estudio nómada, pero no les han hecho falta nuestros servicios. Una lástima. La parte positiva ha sido el poder viajar relajados, aunque tenemos que reconocer que Colombia nos ha salido un poco caro. Esto fue así hasta que llegamos a Salento, en la zona cafetera. Se trata de un pueblo pequeño, pero bastante desarrollado, por lo que en un principio no parecía que nuestros servicios fueran a ser muy necesarios. Lo único que a primera vista hacía falta eran justamente turistas para llenar los negocios. Llegamos de noche, tras 6 horas de viaje, así que nos metimos en el primer hostal económico que encontramos para poder descansar. Les preguntamos si tenían algo que hacer a nivel de diseño, pero su respuesta como siempre fue, "no, ya tenemos todo resuelto, gracias, pero, muy buena idea la que tienen." Al escuchar la negativa, decidimos ir en busca de otros sitios. 

Todas las respuestas fueron similares hasta que llegamos a un local a 1500m de Salento: YAMBOLOMBIA. Nos recibió Gabriel, el dueño, quien nos hizo un pequeño tour enseñándonos su negocio. La verdad es que el sitio era increíble, perdido en las montañas de Salento, rodeado de verde, con multitud de aves, y sobre todo, muchísima tranquilidad. Era uno de esos sitios donde a uno le gustaría quedarse un tiempo. Cuando llegó el momento de contarle que cambiábamos creatividad y diseño por manutención, nos empezó a dar largas, hasta que le preguntamos si tenía página web. Cuando oímos que su respuesta era "no", le propusimos creársela a cambio de alojamiento y comida. Hizo una pequeña "reunión" in situ con su socia y pareja. El momento culminante fue cuando descubrimos que ya tenían a alguien para hacerla, pero que todavía tardaría tiempo. Ahí fue cuando Gabriel y Hanna, nos dieron luz verde. 

Al principio, nos ofrecieron una tienda de campaña en el mirador de la finca, con vistas a todo el valle, pero sin comida ya que resultaba un gasto demasiado alto (de hecho ya tenían a dos personas haciendo algo parecido, un jóven cordobés de Argentina que le ayudaba a construir cabañas y una joven inglesa de Chester que les ayudaba con la limpieza). Aceptamos su oferta rápidamente, ya que lo que nos interesaba era ayudarle a crecer su negocio, a cambio de poder quedarnos en este pequeño paraíso. 

Gabriel nos explicó su concepto. Yambolobia es un hostal natural que quiere en un futuro ser un negocio autosuficiente, ofreciendo actividades tanto por el valle como en la finca en sí. La idea era convertir a sus huéspedes en "yambolombianos", enseñarles cómo construir de manera natural y ecológica, cómo labrar la tierra y sobre todo cómo disfrutar del entorno en el que se encuentran. Todo Yambolombia es un sitio muy artesanal (de hecho, Gabriel fue artesano en su pasado, algo que murió al empezar con el negocio de Yambolombia). El reto para crear la web era justamente esto. Se trataba de un negocio tan natural y ecológico, que crear una web que por lo general es digital y tecnológico, era sumamente contradictorio. 
El primer día nos pusimos a pensar en cómo y qué hacer para la web, hasta que llegamos a la conclusión de que había que hacerlo todo lo más artesanal posible. Aquí tenéis el resultado: lettering con piedras integrado en la tierra, stopmotions y timelapses creados artesanalmente con la cámara de fotos, y como guinda final un pequeño vídeo explicando las posibilidades del hostal. Los primeros días fueron algo duros ya que la colchoneta hinchable en la que dormíamos estaba pinchada, así que nos teníamos que levantar a las 3 de la mañana para rehincharla a pulmón. La segunda noche le pusimos algunos parches, y como resultado pudimos disfrutar de un sueño semi cómodo hasta las 6:30, momento en el que nos volvimos a encontrar durmiendo en el suelo. Por suerte, nos tomamos el incidente con humor, y no nos quitó las ganas de crear. El tercer día, viendo que estábamos muy comprometidos, Gabriel nos ofreció una cama doble. Dormir ahí fue ya un lujo, calentitos y con la espalda recta, pudimos recargar las pilas y seguir dando aún más! Al final hicimos como dicen en Colombia, un gran "parche" (grupo de amigos), y creamos mucho más que una web. Diseñamos un folleto para capturar clientes en la parada de autobuses, un stencil que proyectaba el concepto del hostal a través de las sombras generadas por el sol, y plantillas para decorar camisetas promocionales y carteles de madera que ayudaban al viajero a llegar al lugar. 

A cambio, no solo nos dieron alojamiento gratis, sino la posibilidad de hacer un tour en bicicleta y conocer una finca cafetera (todo ello para documentarlo en el vídeo), camisetas "yambolombianas", pendientes para Julia, colgantes para las mochilas, y lo más importante su amistad. Fue tanta la conexión que hubo, que la última noche nos invitaron a una gran cena vegetariana para celebrar la despedida. A la mañana siguiente, antes de irnos de Yambolombia, todo el hostal se levantó a las 5:30 de la mañana para hacer una fogata y ver amanecer juntos por última vez. Un momento majestuoso, que perdurará siempre en nuestra memoria. En definitiva, hemos conseguido algo más que un trueque, sino una experiencia inolvidable.













7 comentarios:

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    1. Gracias jjdavila! la verdad es que ha sido toda una experiencia!

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    2. chicos es la tercera vez que escribo esto, creo que no podre seguir mucho tiempo mas haciendolo, a ver si ahora es la definitiva, AHI VA : me ha parecido muy, muy interesante ,y , creo que ademas de darlo a conocer alli esta muy bien que lo conteis de esta forma. por cierto las camisetas molan. CHAPLIN

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  2. Gracias por tus ánimos Chaplin, es todo un placer poder leer todos vuestros ánimos por aquí! la verdad que fue una semanita de trabajo muy divertida. Ahora solo nos queda ir a por más!

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  3. me ha encantado la página web que habéis hecho! la hoguera de despedida no me extraña que no se os olvide!! K

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    1. Hola K! que bueno que ta guste el trabajo, la verdad es que para nosotros la experiencia de vivir en Yambolombia y trabajar ahi fue todo una "CHIMBA". La despedida en si fue muy emotiva y magica la verdad, algo que en un viaje como este uno no se puede olvidar. Supongo que gracias a todos hicimos toda esta experiencia posible!

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  4. ¡Hola! Soy de Manizales (Colombia) y me ha parecido maravilloso su trabajo, es una lástima que no nos hubierámos encontrado, de seguro los habría alojado con gusto en mi casa y hubiéramos programado actividades interesantes. ¡Buen viento y buena mar!

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